miércoles, 25 de enero de 2012

De cabezazos me daba...

Nuestros seguidores (que alguno habrá) ya sabrán que no pudimos ni empezar la última carrera del campeonato. En los entrenamientos nos falló el cambio: saltaban las marchas (todas) de forma absolutamente aleatoria.

Con el agobio del momento, no se nos ocurrió ninguna solución, y decidimos con buen criterio no participar en la carrera. Una pena: teníamos moto para optar otra vez a podio. La horquilla se comportaba de forma excelente. Todos los problemas que tuvimos la anterior carrera en Alcarràs habían desaparecido. Pero claro, cuando estás a expensas de que una marcha te puede saltar en cualquier momento, tampoco es cuestión de jugarse el físico.

El caso es que, uno que se las da de Burgess, me he pasado todas las navidades con la moto en su caballete, sin tocar un tornillo, mirándomela de reojo, pensando, o sin pensar, qué le pasaba. Sólo acertaba a, con una lagrimita en los ojos, ponerme el "vissi d'arte" de Tosca y lamentarme cuando la soprano atacaba el "perchè me rimuneri cosi".




Pero estas cosas uno nunca sabe cómo vienen. Y en un momento dado, sin venir a cuento, nos asalta ese famoso "y si...."

En efecto. Me vino a la cabeza que el problema de que saltaban las marchas ocurría en todas las velocidades. No podia ser problema de una horquilla, un desplazable, un piñón concreto... eso tenía que ser del tambor del selector!



Y ese tambor tiene un tetón (rojo en el dibujo) que, empujado por un muelle, hace que se mantenga fijo en cada velocidad...

Y días antes de la carrera un servidor trasteó el tornillo que sujeta el muelle (azul en el dibujo) y el tetón de retención del tambor...

En efecto, el tornillo que los sujeta es a la vez el repiradero del cambio, y estaba pasado de rosca y se aguantaba en precario, con lo que decidí hacerle una rosca nueva a base de heli-coil "in situ", es decir, con el cambio montado en la moto.


Con las sospechas más o menos fundadas, y con el acojone correspondiente, no tardé ni diez minutos en descolgar el cambio (de nuevo)





Esta vez, la idea fue abrirlo y quitar todos los ejes sin tocar nada. Y éste fue el resultado:





Para el que no esté familiarizado, cuelgo otra foto:





Efectivamente, el destornillador nos señala el tetón de marras, clavado en su alojamiento. Por acción del muelle, tendría que haberse salido hacia el interior del cárter (los POM POM POM que se oyen de fondo son los cabezazos del Burges de pacotilla contra la pared del taller)

Conclusión, al trastear la rosca para ponerle un heli-coil, algo de viruta se quedó por ahí, de forma que el tetón quedó clavado y no retornaba a su posición, ergo el tambor giraba loco y las marchas saltaban. Un drama. Y una vergüenza que te cagas.



Al menos, nuestro piloto estrella es capaz de encajar las noticias con buen humor, y ya está pensando en publicar un libro, para que a los avezados mecánicos de motos viejunas no les pase lo mismo:





En fin, como balance de temporada estamos igual que Burgess y Valentino... un podio.

Ya es eso ;-)

4 comentarios:

  1. Aquí el seguidor.

    ¡¡Qué me vas a contar a mi sobre cambios haciendo putadas, corazón!!

    Menos mal que diste con ello a la primera. Enhorabuena porque eso te evitará enloquecer con las manos llenas de valvulina, como otro que yo me sé.

    :-)

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  2. Espero ansioso el libro !!!...de hecho creo que me voy a esperar a cerrar el motor de la cota hasta haberme empapado bien.
    Me alegro de que dieses con el problema. En la próxima, podio seguro !

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  3. Gracias a los dos por vuestros comentarios.
    Lo más jodido es que no pudimos correr por una chorrada, y por no estarse quieto.... Y peor aún, era solucionable "in situ",... Pero había que pemsar en ello
    A veces casi preferiría que nos hubiese petado el cambio bajo los huevos. Qué vergüenza...

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  4. Aquí un seguidor. Tardío pero seguidor.

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